Para celebrar con vosotros este Día Mundial del Libro nos gustaría recomendaros algunos de los libros que estamos leyendo durante este período de Confinamiento y para ello el Equipo de la Biblioteca del Colegio ha hecho una selección de lecturas:
Nuestro compañero, Manuel Eimil, os recomienda un libro de ALBERT ESPINOSA titulado El mundo amarillo (Grupo Editorial S.A.U.):
Albert Espinosa habla de un mundo al alcance de todos y que tiene el
color del Sol: el mundo amarillo.
Así es como él dice afrontar la vida, tras
superar un cáncer y muchos otros baches por el camino. Nos enseña a apreciar quienes
somos cada segundo del día y valorarlo como algo único. Albert nos invita a
descubrir cuáles son tus/nuestros amarillos.
Creo que, en el momento actual, es importante
dejar a un lado el mundo material para darnos cuenta de la importancia de los
sentimientos, las emociones y de reforzarlas, si cabe, un poco más, viendo el
vaso siempre medio lleno y así ser más felices.
"Si crees en los sueños: Ellos se crearán".
Por su parte, Chus Parga quiere recomendaros una obra de SALLY ROONEY que lleva por título Gente normal (Editorial Random House):
La he leído por recomendación de otro lector y me ha gustado tanto por la historia como por la narración. De lectura fácil, su lenguaje es conciso y directo, honesto.
La he leído por recomendación de otro lector y me ha gustado tanto por la historia como por la narración. De lectura fácil, su lenguaje es conciso y directo, honesto.
La acción transcurre en Irlanda y nos cuesta la historia de amor "verdadero" entre Marianne y Connell desde la adolescencia; superando las dificultades que acarrean sus diferentes orígenes sociales y los continuos malentendidos.
Es la segunda obra de su joven autora; se la recomiendo, especialmente, a la gente joven y a cualquier amante de la buena literatura.
Cristina Casás nos acerca a la obra de Michael Ende: La historia interminable (Editorial Alfaguara).
“La pasión de Bastián Baltasar Bux eran los libros. Quien no haya
pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el
pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse
cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado...
Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la
manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz
con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay
que levantarse tempranito...
Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas,
porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes
con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por
los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y
sin sentido...
Quien no conozca todo eso por propia experiencia, no podrá comprender
probablemente lo que Bastián hizo entonces.”
En
este tiempo de confinamiento me invadió la nostalgia, quizá, por ello, decidí
releer este libro, uno de los más importantes de mi infancia, y quizá, también
por ello, la fantasía es el género que más me evade y el que consigue llevarme
muy, muy lejos.
Al
igual que Bastían, nuestro protagonista, me sentí tentada de coger entre mis
manos “La Historia Interminable”, y al abrirlo y ver el texto en dos colores,
la curiosidad pudo conmigo y la historia y yo nos hicimos uno.
En
rojo aparece la historia de Bastián, un niño retraído y con infinidad de
problemas que intenta esconderse del mundo a través de la lectura, y en verde
la de Atreyu, nuestro héroe, el que intenta salvar Fantasía y a la Emperatriz
Infantil de La Nada, pero poco a poco las dos historias se van mezclando y
Bastián realmente se mete en la historia y se convierte en Atreyu, pero cuanto
más seguro y poderoso se siente, más recuerdos de su vida “real” pierde y se ve
atrapado en Fantasía.
El
cómo Bastián consigue volver a su vida y Atreyu salva Fantasía es una
genialidad de Michael Ende, donde nos describe mundos y personajes
sorprendentes. Este es un clásico de la narrativa fantástica y si, a día de hoy, todavía no lo has leído, no esperes más.
Mª José Rodríguez ha leído una obra de Anne Perry: Las tumbas del mañana (Ediciones B):
Con el telón de fondo de la I Guerra Mundial, la autora consigue mantener el interés del lector, despistándolo en ocasiones y acercándonos, con gran maestría, a la convulsa sociedad de esta época de la historia.
La investigación de un accidente de tráfico en el que mueren los padres de un profesor de Cambridge y de un agente de los Servicios Secretos británicos es el inicio de esta novela de la que disfrutarán los amantes del género policíaco y seguidores de la dama de la novela policíaca inglesa Anne Perry.
A Mayte García le gustaría recomendaros una obra de Henning Mankel, maestro sueco de la novela negra, que le ha llegado como regalo de una amiga: Huesos en el jardín (SERIE WALLANDER. Tusquets Editores):
De nuevo, el inspector Wallander se encuentra un cadáver; pero, en esta ocasión los restos llevan más de cincuenta años bajo tierra, aunque este detalle no frena al inspector que decide comenzar a investigar el caso; cuando, además, una gripe devastadora ha dejado casi sin personal a la Comisaría -¿os suena de algo?-.
Con la maestría que caracteriza a Mankell nos dibuja personajes creíbles, reflejo natural de la sociedad en la que viven; la soledad, los problemas sociales no dejan de ser un admirable telón de fondo de una historia policíaca en la que no faltan los giros inesperados.
Recomendable tanto a los lectores de novela negra como de la buena literatura; cuenta, además, con el aliciente de incluir al final del libro un recorrido, realizado por el propio autor, a través de las obras de la Serie Wallander.
Esperamos que nuestras propuestas os invite a leer alguna de las obras que, con cariño, hemos seleccionado para vosotros.
Solo nos queda desearos un FELIZ DÍA DEL LIBRO.